viernes, 13 de julio de 2012


LAS GENERACIONES UNIDAS
El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí. 1 Sam. 3: 1.
Aunque era muy joven cuando se le trajo a servir en el tabernáculo, Samuel tenía ya entonces algunos deberes que cumplir en el servicio de Dios, según su capacidad. Eran al principio muy humildes, y no siempre agradables; pero los desempeñaba lo mejor que podía, con corazón dispuesto...
Si se les enseñara a los niños a considerar el humilde ciclo de deberes diarios como la conducta que el Señor les ha trazado, como una escuela en la cual han de prepararse para prestar un servicio fiel y eficiente, ¡cuánto más agradable y honorable les parecería su trabajo! El cumplimiento de todo deber como para el Señor, rodea de un encanto especial aun los menesteres más humildes, y vincula a los que trabajan en la tierra con los seres santos que hacen la voluntad de Dios en el cielo.
La vida de Samuel desde su temprana niñez había sido una vida de piedad y devoción. Había sido puesto bajo el cuidado de Elí en su juventud, y la amabilidad de su carácter le granjeó el cálido afecto del anciano sacerdote. Era bondadoso, generoso, diligente, obediente y respetuoso. El contraste entre la vida del joven Samuel y la de los hijos del sacerdote era muy marcado, y Elí hallaba reposo, consuelo y bendición en la presencia de su pupilo. Era cosa singular que entre el principal magistrado de la nación y un simple niño existiera tan cálido afecto. Samuel era servicial y afectuoso, y ningún padre amó alguna vez a su hijo más tiernamente que Elí a ese joven. A medida que los achaques de la vejez le sobrevenían a Elí, sentía más profundamente la conducta desanimadora, temeraria, licenciosa de sus propios hijos, y buscaba consuelo y sostén en Samuel.
Cuán conmovedor es ver a la juventud y la vejez confiando la una en la otra, a los jóvenes buscando consejo y sabiduría en los ancianos, a los ancianos buscando ayuda y simpatía en los jóvenes. Así debiera ser. Dios quisiera que los jóvenes poseyesen tales cualidades de carácter, que encontraran deleite en la amistad de los ancianos, para que puedan estar unidos por los fuertes lazos del cariño con aquellos que se están aproximando a los bordes del sepulcro.

Tomado de: Dios nos cuida
Por: Elena G. de White.

jueves, 12 de julio de 2012


ABRID EL DEPOSITO!!!

A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo. (Efe. 3: 8)


En la Palabra de Dios hay ricas minas de verdad que si las exploráramos toda nuestra vida, encontraríamos que tan solo hemos comenzado a ver sus preciosos tesoros... Se necesitará de toda la eternidad para comprender las riquezas de la gloria de Dios y de Jesucristo...Cristo ha dicho: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba" (Juan 7: 37). ¿Habéis extinguido ya la fuente? No, porque es inextinguible. Podéis beber tan pronto como sintáis necesidad, y beber de nuevo. La fuente siempre está llena. Y una vez que hayáis bebido de esa fuente, no procuraréis apagar vuestra sed en las cisternas rotas de este mundo... No, porque habéis bebido de la corriente que alegra la ciudad de Dios. Entonces vuestro gozo será pleno, pues Cristo será en vosotros la esperanza de gloria (Review and Herald, 15-3-1892).
Jehová Emanuel, "en el cual están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento" y en el cual "habita toda la plenitud de la Divinidad corporalmente", conocerle, poseerle, mientras el corazón se abre más y más para recibir sus atributos, saber lo que es su amor y su poder, poseer las riquezas inescrutables de Cristo, comprender mejor "cuál sea la anchura y la longura y profundidad y la altura, y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de da plenitud de Dios", "ésta es la herencia de los siervos del Señor, ésta es la justicia que deben esperar de mí, dice el Señor" (El Discurso Maestro de Jesucristo, pág. 35).
No hay necesidad de que pasemos hambre ni sed, al paso que el depósito del cielo está abierto para nosotros y la llave nos es entregada. ¿Cuál es la llave? La fe, que es el don de Dios. Abrid el depósito, tomad de sus ricos tesoros (Review and Herald, 15-3-1892).

miércoles, 11 de julio de 2012

LA ÚNICA MANERA DE VENCER


Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Jos 1:8

Si los hombres caminan en el sendero que Dios les ha señalado, tendrán un consejero cuya sabiduría está por encima de toda sabiduría humana. Josué era un general sabio porque Dios era su guía. La primera espada que Josué  usó fue la espada del Espíritu, la Palabra de Dios...
Debido a que Josué tendría que hacer frente a las influencias más fuertes que se levantarían en contra de sus principios de justicia, el Señor misericordiosamente le encomendó que no se apartara ni a diestra ni a siniestra. Debía seguir un camino de estricta integridad... Si no hubiera habido peligro delante de Josué, Dios no le hubiera repetido una y otra vez que fuese valiente. Pero en medio de todas sus inquietudes, Josué tenía su Dios para guiarle.
No hay mayor engaño para un hombre que suponer que en cualquier dificultad puede encontrar un guía mejor que Dios, un consejero más sabio en cualquier emergencia, una defensa más fuerte bajo cualquier circunstancia.
El Señor tiene una gran obra para ser hecha en este mundo. La obra de Dios ha sido dada a cada hombre para que la realice. Pero el hombre no debe hacer del hombre su guía para que no sea conducido por el mal camino; esto es siempre inseguro. Mientras la religión de la Biblia incluye los principios de la actividad en el servicio, al mismo tiempo está la necesidad de pedir sabiduría diariamente de la Fuente de toda sabiduría. ¿Cuál fue la victoria de Josué? Meditarás en la palabra de Dios de día y de noche. La palabra del Señor llegó a Josué precisamente antes que pasara el Jordán... Este era el secreto de la victoria de Josué. Hizo de Dios su guía.
Los que ocupan cargos de consejeros debieran ser hombres generosos, hombres de fe, hombres de oración, hombres que no se atreverán a depender de su propia sabiduría humana, sino que buscarán diligentemente luz e inteligencia para comprender cuál es la mejor manera de desempeñar su cometido. Josué el dirigente de Israel, escudriñó diligentemente los libros en los cuales Moisés había anotado fielmente las instrucciones impartidas por Dios: sus requisitos, amonestaciones y restricciones, para no actuar imprudentemente.



Tomado de Matutina " Dios nos Cuida"
Por: Elenena G. De White

Que pase un un feliz dia!!!

martes, 10 de julio de 2012

¿PORQUE ESPERAR?

Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. Núm. 13:30

Fue la fe de Caleb en Dios la que le infundió valor, la que... le permitió ponerse firme y resueltamente de parte de la verdad. De la misma fuente excelsa, el poderoso General de los ejércitos del cielo, todo verdadero soldado de la cruz de Cristo debiera recibir fuerza y valor para vencer los obstáculos que frecuentemente parecen insalvables... Los que quieran cumplir su deber deben estar listos para hablar las palabras que Dios les indica y no palabras de duda, desaliento y desesperación.
Mientras los que dudan hablan de imposibilidades, mientras tiemblan ante el pensamiento de altos muros y fuertes gigantes, que los fieles Calebs, que tienen "otro espíritu", pasen al frente. La verdad de Dios, que trae salvación se anunciará a la gente si los ministros y creyentes profesos no ponen una valla en su camino, como lo hicieron los espías desleales.
En esta obra deben emplearse agentes humanos. Deben intensificarse el celo y la energía; los talentos que se están herrumbrando a causa de la inacción deben ser usados con poder en el servicio. La voz que dice: "Espera, no permitas que te impongan cargas", es la voz de los espías cobardes. Hacen falta Calebs que se apresuren a pasar al frente, jefes en Israel que con palabras valientes presenten un informe enérgico a favor de la acción inmediata. Cuando el pueblo egoísta, amante de lo fácil, presa de pánico, temeroso de altos gigantes y de muros inaccesibles, clame  por la retirada, que la voz de los Calebs se escuche, aun cuando los cobardes permanezcan con sus piedras en las manos, listos a derribarlos por su fiel testimonio.
Se llama a los fieles Calebs en un momento cuando los incrédulos desprecian la palabra de Dios. Entonces es cuando han de permanecer firmes en el puesto del deber, sin ostentación y sin vacilar a causa de los vituperios. Los espías incrédulos estaban listos para destruir a Caleb. Este vio las piedras en las manos de os que habían llevado un informe falso, pero no se atemorizó; tenía un mensaje y lo daría. Aquellos que hoy son fieles a Dios manifestarán ese mismo espíritu.

Meditaciones Matinales
"Dios nos Cuida" por: Elena G. de White

lunes, 9 de julio de 2012

Nube y Fuego

Extendió una nube por cubierta, y fuego para alumbrar la noche. Sal. 105:39

Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en una columna de fuego para alumbrarles... El estandarte de su invisible caudillo estaba siempre con ellos. Durante el día la nube dirigía su camino, o se extendía como un dosel sobre la hueste. Servía de protección contra el calcinante sol y con su sombra   y humedad daba grata frescura en el abrasado y sediento desierto. A la noche se convertía en una columna de fuego, que iluminaba el campamento, y les aseguraba constantemente que la divina presencia estaba con ellos.
En uno de los pasajes más hermosos y consoladores de la profecía de Isaias, se hace referencia a la columna de nube y de fuego para indicar cómo custodiará Dios a su pueblo en la gran lucha final con los poderes del mal: " Y creará Jehová sobre toda la morada del monte de Sion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá un dosel, y habrá un abrigo para sombra contra el calor del día para refugio y escondedero contra el turbión y contra el aguacero" (Isa. 4:5-6)
En el tiempo de prueba que nos espera, Dios pondrá garantía de seguridad sobre todos aquellos que hayan guardado la palabra de su paciencia. Cristo dirá a sus fieles: "Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un  poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación" (Isa.26:20). El León de Judá, tan temible para los que rechazan su gracia, será el Cordero de Dios para los obedientes y fieles. La columna de nube que significa ira y terror para el transgresor de la ley de Dios, será luz , misericordia y liberación para los que hayan guardado sus mandamientos. El fuerte brazo que hiere a los rebeldes, será fuerte para librar a los leales. Cada fiel será ciertamente recogido. "Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro"(Mat. 24:31)

domingo, 8 de julio de 2012

Viendo al Invisible

Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al invisible. Heb. 11:27


Moisés tenía un profundo sentido de la presencia personal de Dios. No miraba solamente a través de los siglos esperando que Cristo se manifestase en la carne, sino que veía a Cristo de una manera especial acompañando a los hijos de Israel en todos sus viajes. Dios era real para el, siempre presente en sus pensamientos.Cuando se le interpretaba erróneamente cuando estaba llamado a arrostrar peligros y soportar insultos por amor de Cristo, los sufría sin represalias. Moisés creía en Dios, como en aquel  a quien necesitaba y quien le ayudaría por causa de su necesidad. Dios era para él un auxilio presente.
Mucha de la fe que vemos es meramente nominal; escasea la fe verdadera, confiada y perseverante. Moisés realizó en su propia experiencia la promesa de que Dios será galardonador de aquellos que le buscan diligentemente. Tenia respeto por la recompensa del galardón. En esto hay otro punto de la fe que deseamos estudiar: Dios recompensará al hombre de fe y obediencia. Si esta fe se lleva a la experiencia de la vida, habilitará a cada uno de los que temen y aman a Dios para soportar pruebas. Moisés estaba lleno de confianza en Dios, porque tenía una fe que se apropiaba de sus promesas. necesitaba ayuda y oraba por ella se aferraba a ella por la fe, y entretejía en su experiencia la creencia de que Dios lo cuidaba. Creía que Dios regía su vida en particular. Veía y reconocía a Dios en todo detalle de su vida, y sentía que estaba bajo el ojo del que todo lo ve, que pesa los motivos y prueba el corazón. Miraba a Dios, y confiaba en que él le daría fuerza para vencer toda tentación... La presencia de Dios bastaba para hacerle atravesar la situaciones mas penosas en las cuales un hombre pudiera ser colocado.
Moisés no pensaba simplemente en Dios; lo veía. Dios era la constante visión que había delante de él; nunca perdía de vista su rostro. Veía a Jesús como su salvador, y creía que los méritos del Salvador le serían imputados. Esta fe no era para Moisés una suposición; era una realidad. Esa es la clase de fe que necesitamos: la fe que soportará la prueba.¡Oh, cuantas veces sedemos a la tentación porque no mantenemos los ojos puestos en Jesús!


Tomado de Meditaciones Matinales 
"Dios nos Cuida" por Elena G. de White.

sábado, 7 de julio de 2012

Julio 7, 2012


PODER GARANTIZADO

Porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido. Gén. 32:28

Si Jacob no se hubiese arrepentido antes por su pecado de tratar de conseguir la primogenitura mediante un engaño, Dios no habría podido oír su oración ni conservarle bondadosamente la vida. Así será en el tiempo de angustia. Si el pueblo de Dios tuviera pecados inconfesos que aparecieran ante ellos cuando los torturen el temor y la angustia, serían abrumados; la desesperación anularía su fe, y no podrían tener confianza en Dios para pedirle su liberación. Pero aunque tengan un profundo sentido de indignidad, no tendrán pecados ocultos que revelar. Sus pecados habrán sido borrados por la sangre expiatoria de Cristo, y no los podrán recordar...
Todos los que traten de ocultar o excusar sus pecados, y permitan que permanezcan en los libros del cielo inconfesos y sin perdón, serán vencidos por Satanás. Cuanto más elevada sea su profesión, y cuanto mas honorable sea la posición que ocupen, tanto más grave será su conducta ante los ojos de Dios, y tanto más seguro será el triunfo del gran adversario.
Sin embargo, la historia de Jacob es una promesa de que Dios no desechará a los que fueron arrastrados al pecado, pero que se han vuelto al Señor con verdadero arrepentimiento. Por la entrega de sí mismo y por su confiada fe, Jacob alcanzó lo que no había podido alcanzar con su propia fuerza. Así el Señor enseño a su siervo que sólo el poder y la gracia de Dios podía darle las bendiciones que anhelaba. Así ocurrirá con los que vivan en los últimos días. Cuando los peligros los rodeen, y la desesperación se apodere de su alma, deberán depender únicamente de los méritos de la expiación... Nadie perecerá jamás mientras haga esto...
Jacob prevaleció porque fue perseverante y decidido... Este es el tiempo en que debemos aprender la lección de la oración que prevalece y de la fe inquebrantable. Las mayores victorias de la iglesia de Cristo o del cristiano no son las que se ganan mediante el talento o la educación, la riqueza o el favor de los hombres. Son las victorias que se alcanzan en la cámara de audiencia con Dios , cuando la fe fervorosa y agonizante se ase del poderoso brazo de la omnipotencia.

Meditaciones Matinales
Elena G. de White
Dios nos Cuida.

viernes, 6 de julio de 2012

Eligiendo una Esposa

No tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; sino que irás a mi tierra y a mi parentela y tomarás mujer para mi hijo Isaac. Gén. 24:3-4.

La fe habitual de Abrahán en Dios y su sumisión a la voluntad divina se reflejaban en el carácter de Isaac; pero el joven era de afectos profundos, y de naturaleza benigna y condescendiente. Si se unía con una mujer que no temiera a Dios, se vería en peligro de sacrificar sus principios en aras de la armonía. Para Abrahán elegir esposa para su hijo era asunto de suma importancia y anhelaba que se casara con quien no le apartase de Dios...
Abrahán había notado los resultados que desde los días de Caín hasta su propio tiempo dieran los casamientos entre los que temían a Dios y los que no le temían. Tenía ante los ojos las consecuencias de su propio matrimonio con Agar y las de los lazos matrimoniales de Ismael y de Lot La falta de fe de Abrahán y de Sara había dado lugar al nacimiento de Ismael, mezcla de la simiente justa con la impía. La influencia del padre sobre su hijo era contrarrestada por la de los idólatras parientes de su madre, y por la unión de Ismael con mujeres paganas...
La esposa de Lot era una mujer egoísta e irreligiosa, que ejerció su influencia para separar a su marido de Abrahán. Si no hubiera sido por ella, Lot no habría quedado en Sodoma, privado de los consejos del sabio y piadoso patriarca...
Nadie que tema a Dios puede unirse sin peligro con quien no le teme. "¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?" (Amós 3:3). La felicidad y la prosperidad del matrimonio dependen de la unidad que haya entre los esposos; pero entre el creyente y el incrédulo hay una diferencia radical de gustos, inclinaciones y propósitos. Sirven a dos señores entre los cuales la concordia es imposible. Por puros y rectos que sean los principios de una persona, la influencia de un cónyuge incrédulo tenderá a apartarla de Dios... El mandamiento del Señor dice: "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos" (2 Cor. 6:14)




Tomado de Meditaciones Matinales
"Dios nos Cuida" por Elena G. de White.